Aunque no es estrictamente información sobre empleo, ni tiene carácter local, no puedo resistir un breve comentario sobre el pequeño Nicolás, intentando relacionarlo con nuestro tema. Salta a la palestra Francisco Nicolás Gómez Iglesias, una especie de mocito feliz en pijo (cuando ya tenía casi escrito este post, alguien más le llamaba también así), que empezaría siendo ese que sale en todos las fotos de las bodas y no lo conoce nadie ni del novio ni de la novia, (tal vez sea familia del cura, digo yo en esos casos). Continuó haciendo lo mismo en actos del PP, la patronal y Dios sabe quien más; tiene fotos con Arturo Fernández, Rodrigo rato, Joan Rosell, Villar Mir (el empresario) Méndez (el de UGT) baronesa Thysen, Ana Botella, Espe, Cospe, Soraya y José María Aznar, y no son todas fotos de corrillos y presentaciones de libros, sino de presentar como ponente a ex presidentes del gobierno, intervenir en actos de FAES, de apoderado de candidaturas de la CEOE, o hasta una con el nuevo Rey en la recepción por su coronación. Finalmente, tras comenzar a ser conocido por algunas de estas personas (según algunas fuentes) llegó a ser recomendado en Linkedin por Mariano Rajoy, siempre tan astuto.
El paso siguiente era cuestión de tiempo; aprovechar ese bagaje, conseguido a través de mucho esfuerzo (mucha cola, mucho pedir estar en actos, mucho empleo de las habilidades sociales) para hacer carrera.
Dice el perito forense (psiquiatra) que tiene "una florida ideación delirante megalomaniaca", en cristiano que no es de un solo delirio (idea absurda o evidentemente falsa en la cual tiene absoluta convicción), sino muchos, muy llamativos, y con el componente común de que en todos tiene papeles o actuaciones mucho más importantes que el real.
Como indiqué en mi anterior post, tengo la intención de reconducir este blog a su sentido original, así pues, ¿Y en clave de empleo? ¿Qué conclusiones sacar del éxito del pequeño Nicolás?
En este mundo que se mueve tan rápido, la orientación laboral no es una excepción. Como en muchas otras áreas, tal vez por el avance científico y técnico, tal vez por el carácter de consumo de nuestra sociedad, todo debe evolucionar, deben surgir productos y servicios nuevos, que se adapten mejor a lo que necesita la persona demandante de empleo (o cliente-usuario). Lo último, o posiblemente lo penúltimo que se exige al profesional, desempleado o no, es una labor de por vida de promoción de sus capacidades, con dos exigencias clave:
En este mundo que se mueve tan rápido, la orientación laboral no es una excepción. Como en muchas otras áreas, tal vez por el avance científico y técnico, tal vez por el carácter de consumo de nuestra sociedad, todo debe evolucionar, deben surgir productos y servicios nuevos, que se adapten mejor a lo que necesita la persona demandante de empleo (o cliente-usuario). Lo último, o posiblemente lo penúltimo que se exige al profesional, desempleado o no, es una labor de por vida de promoción de sus capacidades, con dos exigencias clave:
- Crear una marca personal (personal branding) ¿Qué es?: es un concepto de desarrollo personal, surgido como técnica de búsqueda empleo consistente en considerar a la persona como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales. ¿Cómo se logra este objetivo? En un curso que realizo actualmente se dan las siguientes pautas:
- Definir los principios y valores de la marca personal.
- Crear una identidad propia: lo que implica crear o diseñar una figura pública. Incluyendo aspectos como tono, estilo, imagen, colores o fondos que van a definir la marca personal.
- Seleccionar las herramientas adecuadas: redes sociales, redes profesionales, blog o Youtube son algunas de las posibilidades.
- Tener una estrategia de marketing: posicionamiento SEO, marketing de contenidos social media marketing.
- Mantener y cultivar la reputación online: realizando un seguimiento y análisis de nuestra presencia digital, generando contenidos de valor relacionados con nuestros principios y valores.
- Hacer networking: Establecer, fidelizar y desarrollar una red de contactos personales y profesionales a los que difundir y mostrar esa marca personal.
Pues bien, si puede discutirse si la marca personal de Nicolás es la mejor diseñada, pensada o implantada, no puede negarse que Nicolás ha sido un brillante networkwer. A pesar de sus hándicaps, básicamente no haber finalizado ningún estudio, carecer de formación concreta, y de experiencia alguna, vamos, no saber ni saber hacer nada productivo en sí mismo, salvo ser publicista y comercial de primera de su marca personal, su mera presencia junto a le ha abierto todas las puertas que ha necesitado. Escuché en Tv que la empresa que le ha regalado el alquiler de una mansión a 5000€ el mes se justificaba diciendo: Es educado, habla bien, se viste bien y le saluda gente importante; Promete contactos.
A mí esto me hace cuestionar la esencia misma de todo en el ámbito de la inserción y la orientación; la formación la experiencia, la marca personal, el networking ¿Cuál es el valor de cada uno?... ¿Basta un buen networking y una cierta marca personal sin contenido para una carrera profesional? ¿Ya no importa el CV, es decir los logros de una carrera de trabajo y formación? ¿Sólo las habilidades personales y sociales tienen peso? ¿Es eso lo que nos espera? merece una buena reflexión, que espero ir realizando en próximos post.
Próximo post. Desde el origen de la orientación profesional hasta la orientación 2.0
A nivel personal, a modo de off topic, se me ocurren algunas reflexiones más:
- Los delirios son reflejo del mundo en qué vivimos y de los valores sociales dominantes. En otros tiempos, las personas deliraban con dominar el mundo (Napoleón) o con salvarlo (Ser Dios, profetas, o por el contrario, entidades malignas), después vinieron los delirios espaciales, tecnológicos, como ovnis, extraterrestres, abducciones o chips implantados en el cerebro. Incluso si nos acordamos de Bartolín, hubo un tiempo en que la gente deliraba con la ETA. Hoy día, la gente sueña y delira con ser Blesa, Rato o el Bigotes, Urdangarines de barrio.
- El pequeño Nicolás es el nuevo Dioni, o el nuevo Mario Conde. Para muchos, aunque se lo ha llevado crudo, les ha dado un escarmiento, es un figura o el Robin Hood moderno, según puede leerse en las redes sociales. Es decir, estamos en camino, entre risa y risa, de ensalzar la sinvergonzonería, una vez más.
- Este chico ha hecho lo que ha hecho por un trastorno mental o de conducta, pero ha puesto de manifiesto que todos sus compañeros de foto (imaginen que hubiera sido un sicario) estuvieron en peligro de muerte, es decir, que su seguridad no era eficaz, y seguramente pagará por ello en lo que a la realeza respecta. Pido pena de alejamiento de cámaras, y prohibición de usar smartphones tablets y ordenadores, gomina y polos de Lacoste durante una década, pero por favor, no cárcel para él, si el diagnóstico psiquiátrico es correcto.
- Mientras, siguen en la calle sus compañeros de foto. Este chico sólo quería el dinero para seguir aparentando lo que no era, para mantener su delirio, para fardar ante familia, vecinos y compañeros y compañeras de clase, para no ser un Looser, lo que somos todos al lado de los que están por encima de nosotros, esos que tienen sus propias reglas, las que más les convienen en cada momento; los que son los más capaces (economistas, abogados, fiscalistas) para entrar en la dirección de los bancos, y más tarde, cuando el barco se hunde, en parte por su golfería e incapaz gestión resulta que no sabían nada ni eran responsables de nada.
La canción de hoy, es obligada:
